La “nueva política” en México

La situación política en México se ha vuelto, según algunos observadores, un escenario que se asemeja a una comedia, un extravagante espectáculo de circo y payasos, que oscila entre risas y tragedias. Este peculiar panorama ha llevado a muchos a considerar que el país está experimentando un retroceso histórico.

Un aspecto destacado de esta situación es la aparente falta de intervención del Instituto Nacional Electoral (INE). El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sigue en una campaña abierta, solicitando votos para MORENA en las elecciones programadas para el 2 de junio. Este constante estado de campaña plantea interrogantes sobre la imparcialidad y la separación entre el ejercicio del poder y las actividades partidistas.

Otro episodio que ha suscitado críticas es la llamada "nueva política" de Movimiento Ciudadano (MC), que ha registrado a la esposa del gobernador de Nuevo León como candidata para la alcaldía de Monterrey. Este hecho, aunque no tiene impedimentos legales, genera cuestionamientos éticos sobre la concentración de poder en manos de una misma familia dentro de la política local.

La pérdida de alcaldías por parte de MORENA en la Ciudad de México durante las elecciones de 2021 ha generado un esfuerzo por parte del partido para recuperar terreno. En particular, se destaca la intención de regresar a administrar dos demarcaciones que anteriormente estaban en manos de la oposición: Azcapotzalco y Tlalpan. Este movimiento es percibido por algunos como un intento de consolidar el poder político en la capital.

Paralelamente, el presidente AMLO ha expresado su deseo de desaparecer al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y otros organismos autónomos constitucionales. Esta propuesta ha generado preocupación sobre el acceso a la información y la rendición de cuentas, áreas que han experimentado reticencia por parte del gobierno federal.

La falta de designación de comisionados del INAI y la insistencia en debilitar organismos autónomos como parte de la llamada "cuarta transformación" plantean preguntas sobre la transparencia y el control democrático en el país. La sociedad se encuentra en un dilema entre el deseo de empoderar a los ciudadanos a través del acceso a la información y las acciones del gobierno que podrían limitar este derecho.

En otro ámbito, la justicia por propia mano ha surgido como una respuesta a la aparente incapacidad del Estado para hacer frente al delito. Un ejemplo reciente se dio en Texcapilla, Texcaltitlán, Estado de México, donde pobladores se enfrentaron a supuestos miembros de la Familia Michoacana que exigían pagos de extorsión. Este acto, aunque efectivo en un sentido inmediato, va en contra del principio fundamental del estado de derecho, que establece que ninguna persona puede hacerse justicia por sí misma.

La falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades ante el crimen ha llevado a que ciudadanos se conviertan en justicieros, tomando la ley en sus propias manos y privando de la vida a presuntos delincuentes. Este fenómeno refleja la frustración de la sociedad frente a la percepción de un Estado que no cumple su función de garantizar la seguridad y aplicar la ley de manera efectiva.

En resumen, México se enfrenta a una compleja intersección de problemas que van desde cuestionamientos éticos en la política local hasta desafíos en la transparencia gubernamental y la aplicación de la ley. La sociedad mexicana se encuentra en un momento crucial donde la capacidad del Estado para abordar estas cuestiones determinará su legitimidad y la confianza de la población en las instituciones democráticas.